Me apreté fuertemente a Liz, miré su rostro y le regalé una sonrisa. Luego llevé mis labios a los suyos con fuerza; comienzo a tocar su cintura, palpar su vientre.
Ay este chico.- Detuvo de pronto nuestro beso.
-Ah que chévere, el basket. ¿Algún otro deporte?-Inquiría Juanita llena de curiosidad.
-Ummm la equitación.- Le respondí de lo más natural.
-Jajajajaa.- Replicaría ella, atorándose casi a tal punto; por mi parte yo tambien reí."Y en dónde sueles practicarlo" Agregó finalmente.
-En huachipa.-Le respondí, rompiendo una carcajada más severa que la anterior.
-Ay hombre tenías que ser.
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