martes, 26 de junio de 2012

Años y Años Para (Seguir) Descubri(endo)r

Sentir la música es adentrarse en uno mismo, y hasta quizás preguntarse de por qué es que uno siente, o por qué uno vive. Y llegan así los recuerdos, los pasajes, las actitudes que la vida ha ido tejiendo en cada uno de nosotros. Como si fuéramos nosotros la presa y ella, nuestra eterna musa de sonidos y notas y tiempos y ritmos.

Pues años y años, vendrán cuando nos sorprendamos constantemente de ellas, y más amigos se aunarán a nosotros por compartir estos gustos y más misterios y anécdotas conformarán nuestros estímulos y motivaciones; con esto de la música.

¿Dónde Quedó ese Ganador?


Era el año 2009, luego de haber ganado los juegos florales. Surgió un encargo literario. En el de participar del concurso nacional de poesía y ensayo y cuento de estudiantes, organizado por los cuarenta aniversario de la Universidad Ricardo Palma. 

 Para mi conocimiento del evento, su preparación y la publicación, ocurrió en menos de dos semanas pero en fin. Me hice acreedor del segundo lugar en poesía y ensayo. Superando incluso a buenos alumnos y promesas literarias de la Universidad la Católica. Definitivamente, eran buenos tiempos. De actitud ganadora y con un horizonte breve trazado, a prueba del tiempo. Considero que la vida sería mucho más interesante si todos participáramos o concursáramos constantemente, en algo que creamos saber hacer bien.

San Ramón y Kametza

Kametza significa “Bienvenido” en un determinado dialecto aguaruna. Las vísperas a la navidad del año pasado, estuve por San Ramón, con el propósito de apoyar en la entrega de regalos a unos niños. Sin embargo, el paseo significó muchísimo para mí. Segunda vez que tenía la oportunidad de ir por la selva. Y no para hacer turismo, precisamente. 

Es que sus paisajes y su gente, se confundieron con el agradable ambiente de trabajo y la alegría de su gente. San Ramón, ostenta noches apacibles y relajantemente divertidas. Y con merecida razón, constituyó para mí una experiencia de paseo inolvidable.

De pronto Dido Cambia y mientras Yo

Fátima (Dido), mi hermanísima, ama el fútbol como ninguna otra sagitario en la tierra, y últimamente. Yo en cambio adoro jugar el fútbol entregarme a su juego, hacer goles (aunque no los celebro, pero en fin es por cosa mía). Pero hasta aquí, ¿A cuál más santo? ¿Quién se lleva los méritos? 


Obviamente, aquel que no practica el deporte. Porque su voz conserva toda su energía, todo su vigor, todo el conocimiento y el auge que puede ostentar. El hincha, el seguidor, el fan deportista, tiene en su juventud como aliado y su conocimiento como arma de batalla; necesario para lograr aquello que se conoce, como un justo reconocimiento.

Alguien que Espera su Lugar

No hay ejercicio más productivo que provocar las ansias a otro. Crear interés y qué es lo mejor; el percibir un rostro con ansias, suplicante, extraño y movido por la curiosidad. Y no es que sea una actitud mórbida, sino que en las mujeres esto es sumamente dramático. 

Imaginemos entonces todo el efecto apasionante de una espera como esta, luego que tras dos horas de espera, por fin el “enamorado” da el lugar a su chica y esta vez con rumbo a un placentero asiento del auto. Con todo el derecho del mundo para ella.

Las Lagunas de Conga

Con diálogo se podrían solucionar muchísimas cosas y aspectos. 
Las personas prefieren expresarse por todos los medios posibles en vez que dialogar.  

El fin justifica los medios.
Luego, los peruanos somos “muy expresivos”.

No es del Todo Terrible

Estar desempleado no lo es todo malo, ni del todo terrible. Hay cosas peores como el delinquir y el mentir (esto último según algunas las mujeres). Hay peores cosas, como la expropiación y la discriminación (esto último según algunos activistas). Estar sin chamba es sumirse al desgano en algunos aspectos; nada más.

 Pero sí que sería terrible, si es que durante esos días de candidaturas y entrevistas, de llamadas e impaciencias, no aflorara un pequeño estímulo de creación. Empero, como la responsabilidad es superior a la creación, surge la duda. Y viene el desgano. Sinónimo de decadencia.

El Perdón de los Pecados

Los cristianos reconocemos el perdón de los pecados. ¿Quién los perdona? Dios ¿Por intermedio de quién? De un sacerdote. Todo sacerdote es hombre. Y todo hombre es el núcleo de la reproducción. Y toda mujer procrea. ¿A qué hombre no le atrae una mujer? 

Sin más silogismos, entenderíamos, que todos los hombres hemos experimentado distintos deseos: entre posesivos, maníacos, obsesivos, seductivos, etc. Precisamente porque nos hallamos entre muchas sirenas de paso. Sus encantos, sus medidas, sus proporciones no son ajenas a nuestro sentir y nunca lo serán. ¿Será cosa extraña entonces el que después de nuestro título, viene justamente el verso: La resurrección de la carne?

Sequía Literaria

Es triste afirmar que últimamente se ha perdido el hábito de procurarse uno mismo la inspiración. Se corrobora aquí, quizás, aquello de que la edad productiva y literaria de todo autor, es antes de los treinta. Bien lo ejemplifican Víctor Hugo y Dostoievski, cuyas obras cumbres fueron creados en sus veinte y picos. 

Y yo me estoy acercando a los treinta, lentamente. Pero o es quizás el momento de ver nuevas formas, otros artes, salir más o precisamente conocer más parques (leer anterior post) lo que podrá ayudar a superar esta sequía literaria. Y claro, cómo no recordar esa frase inolvidable del poeta chileno Zurita: “Yo escribía y escribía. Y cuando me quedé sin trabajo; también y escribía y escribía”

Donde Nadie nos Prepara


Si tuviera que elegir entre ir solo o bien acompañado; preferiría ir sólo. Este mundo se apresta a ser visualizado con el mayor detenimiento posible, con tranquilidad y sin presiones. Por algo en el habitan tantas personas, que andan en sus propias cosas. 

Porque disfrutar de uno mismo, ayuda a pensar, a inspirarse. Por tanto no hay mejor paseo, mejor viaje; que el que emprende uno mismo en las avenidas o en los paisajes de la vida. Porque el mundo está en sus calles.