martes, 16 de agosto de 2011

Cieneguilla en mi Mente


Aún no me he ganado la amistad de ninguna persona en Cieneguilla. Lo intenté con Trischa Saenz allá por el 2004; pero nunca pude recoger el libro de Anatomía que me prometió. Siete años después, entiendo que fui compañero de estudios de Mapi quien vive por ahí; pero eso no quita que más fuerte es mi deseo de encontrarme conmigo mismo o buscar inspiración.

Siento que Cieneguilla es distinta de Chosica, presiento que su naturaleza y su supuesta soledad serán buenos factores para escribir. Y claro también para conocer algo de sus atractivos; como precisamente esa Casa Hotel de la atractiva Mapi.

Yo Tiré esa Llanta

Los hermanos novicios me dijeron muy claramente de que no manipulara la llanta cuyo diámetro era superior a mi estatura, así tuviera la fuerza de ese elefante; como alguna vez soñó Don Bosco que apareció en su oratorio. Pero yo era muy travieso.

No exactamente la manipulé yo aquella vez. Contaba con unos colaboradores que anteriormente dirigieron las llantas; incluso estando yo apoyado en sus bordes internos. Pero cuando llegué a la cuesta baja, me había dado cuenta de que yo tenía aquel monstruo rodante y para mala suerte perdí el control. No sé si el viento o un ángel aminoraron la aceleración de la llanta, pero llegó a impactar la espalda de un hermano llamado Junior que jugaba fulbito de mesa. Lo que es por mí, fui más veloz que ambos agentes y desaparecí de escena.

Entre Mujeres

El hemisferio izquierdo, la intuición, el sexto sentido, las corazonadas y la igualdad de derechos; definitivamente serán parte de los eternos rótulos femeninos. Pero vivirlo en la cancha como se dice, es otra cosa.

Abuelita, mamá y hermana me han influenciado tanto en mí, al desarrollo de mis primeros amores por la naturaleza, el afán del conocimiento (porque mi abuela me dijo como un millón de veces, excusándose de resolver los problemas matemáticos que le consultaba, “Pero lee, lee” ;mamá no me podría ayudar en las tareas) y a desarrollar la empatía con ellas; porque fui testigo de un desarrollo. Definitivamente mi papá tiene razón en afirmar esto.”Los Hombres miran hacia un objetivo; pero las mujeres tienen el panorama completo” ; claro que yo diseñé mi propio mapa con la valiosa ayuda de ellas.

La Universidad Nunca Termina

La escuela nos preparó para servir. La universidad para vivir. La escuela te da amigos de confianza, la universidad; socios estratégicos. La escuela termina, pero la universidad jamás.

Y no me refiero precisamente a ese lugar donde uno hizo su grado de bachiller; me refiero también a esa universidad que visitas, a la universidad donde recogías a tu pareja o a aquella donde podías asistir a ver cine, teatro, conferencias etc. Porque la universidad mientras cobije tu ser, tu voz, tu conocimiento y tu talento; jamás terminará.

David no Quería Irse

Siempre me llamaron la atención los robots. De pequeño veía muchos Transformers, yo quería tener incluso uno real que me hable y me transporte al colegio; para sacarle cachita a mis compañeros de mierda.

En una ocasión mientras jugaba a los robots con un robot llamado Eugenio, que estudiaba conmigo, llegó no sé cómo un niño llamado David quien provisto de su muñecos guerrero Gi joes ; se alistaba para vencer a mis no tan autómatas guerreros. Lo cierto es que por mi edad y por mi morfología, no tenía autoridad moral para que este niño David me llegara al pincho; así que a jugar nomás toda la tarde con él quien después no quería irse y que era capaz de llorar con tal de quedarse “Unos cinco minutitos más”.

¿Pero por qué ella?

Me preguntan del por qué no me atrae, de que al parecer esas formas no me fueron tan apetecibles como para que me anime a intentar algo. Pero es que siempre he tenido otros objetivos y conceptos sobre ellas, porque me tienen que gustar; tienen que llegar a mí.

Recuerdo a Jackie cada vez que me encuentro con su abuela, la señora Meche, recuerdo a Jackie porque fue la primera chica en quien me fije, y porque a sus 9 años me dio un tierno beso por mi cumpleaños de ocho; cuando jamás me lo esperaba. Llegó y sigue llegando a mí.

¿Qué le pusiste a la cena?

Cuando me encargan cocinar o preparar una comida; se me ocurren cosas tan raras; pero que sin duda tiene algo de ingenio.

Hace poco Liz Feliz me contó que le gustaba echarle mostaza a sus tortillas; precisamente al tener la oportunidad de preparar algunas para la cena de invitación; le eché mostaza al batido de huevos. Nunca le pregunté que tal me salió; lo que sí sé es que terminé comiendo más tortilla que ella.

Un Nuevo Ejecutivo

Ya es tiempo, de que apunte algo nuevo y productivo para mí. De que deje atrás muchos pre conceptos y que me concentre en ganarme ese título de ejecutivo.

Así que será el reto que instaure este mes. En cuanto los negocios como Networker.

Secretos del Día


Para decir que un día te ha ido bien. Tiene que haberle hecho un bien a alguien. Que al menos se lleve algo de ti; sea un conocimiento o un favor. Pero algo, porque eso determina el día de ti y de muchas personas.

Alguien merece tu tiempo, alguien requiere esos minutos de tus pensamientos o de tus manos, y eso ya es crear eternidad en alguien; eso es el secreto del día. Extendernos hasta sentirnos totalmente bien de haber existido por o para alguien más.

Donkey Kong Henme Aquí


Porque es verdad, Alenka se ganó mi aprecio por tan solo haber expresado que Donkey Kong había sido uno de sus juegos favoritos (Hasta se me escapó otro Amor por el Hi5; es que soy tan cariñoso), a propósito un seudo paréntesis, hace poco una cobradora me llenó de corazón(es) y mi amor(es); genial atención al usuario pasajero (y por qué ellas sí).

Volviendo al Donkey Kong, un juego excelente, es y será una parte de mis pequeños vicios; hasta el punto de que influenciaré a mis nietos en el arte de vivir, aún siendo parte de los videojuegos.