No hay hecho fortuito o singular que no este ajeno del escarnio y burla del gatito Dodi, desde el submundo inescrutable del Hades. Que a ti no te caerá esa prenda, que si tu nunca serás así…la negativa de siempre de un ser cuya existencia es sólo un evocar de sus frases en circunstancias poco humanas y más siniestras.
Pero así es Dodi, y hay un cariño funesto que al menos se enlaza con la realidad y el afecto de familia, como realidad de que siempre nos queda por reflexionar lo que decimos, o al menos de exponer nuestras intenciones. Como bien nos increpa, Dodi el Inmortal.