Estar Perdido

Todo tiene solución hasta la criogenia. La muerte en cambio nos anima, nos anima a vivir de manera que disfrutemos de esa ventaja, que se va acortando según el mundo se mueva; es decir con menos personas que lo vengan habitando cada día.

¿Y quienes nacen? Bueno de momento, ellos están perdidos.

Vuelta a Casa

El día que Pantera se anime regresar a casa y dejar sus miles de negocios, le daré las gracias a mamá por hacer de mi gato un verdadero hombre.

Por haberlo dejado partir, antes de tiempo. Tal vez sería un golpe de suerte.

A la Hora del Te Quiero

Nos besan mientras teclean sus celos, nos desvisten con la mirada para vernos el tórax. Nos lustran el zapato con su juicio de etiqueta, nos hacen el amor con sus besos. Pero a la hora del te quiero, pueden pasar años y años.

Ay mujeres.

Prisma de Sangre

Mamá descansa ahora
duerme como una ejecutiva de cuentas
en su impaciencia de moras y guayabas.

Yo escribo mientras el Linger de Dolores
me anticipa el estro como un pan
de cada día.

Yo soy el día
y tu eres mi sangre o plenilunio,
Un prisma de sangre a través de mi ceguera
a través de mi cansancio, herencia de mi madre.

Mi pata gatito

Hora y lugar donde surge el acontecimiento: 10:12 p.m. Chosica
Situación previa al tema de interés: Conversación con Liz sobre Legión de María.
Suceso en claro: Un borracho me aborda cuando me dirigía a la casa de Manuel.
Persona que clamaba al verme: Decía que me parecía a su pata gatito.
Razones de su apreciación: Era bonito y formalito como su pata, aunque el consumía pasta.

Exclamación hecha diez veces: “Te pareces a mi pata gatito, tienes cara bonita”.
Fin del suceso: Le explico que todos guardamos parecido con alguien y que le dedique oraciones a su pata gatito, fallecido años atrás.

La Tia Lucy

Cuando pequeño e inmasturbable, me encantaba mucho las series épicas. Veía mucho Hércules y La Princesa Guerrera. Pero bien la tía protagonista de esta última serie, me tenía loquito. Sus largos cabellos negros, su mirada de emolientera extraterrestre y sus muslos exquisitos, me colmaban de tanta virilidad como un juego de villanos.

Lucy Lawless de hecho continuaría con su saga de princesas, pero poco a poco iba perdiendo las fuerzas, hasta aparecer en una película de ardillitas cantantes.

La amistad de Eli

“Elizabeth por favor” me advirtió la vez que me anime a preguntarle sobre unas separatas, algo diminutiva. Su autoestima es grande, pensaba. Quizás era un desconocido para aquella señorita enamorada de un imbécil que no pasaba Marketing. Ella, rubia alta y delgada poseía una descomunal inteligencia.

Bueno de sobra el tiempo le dará la razón, por tratarse de una de mis musas, mis musas de felpa.

Carlita Varea

El reto de este mes será que haga grupo de trabajo con ella. No hay un día en que la compañera de Hotelera, se quede sin grupo.

Habrá que ser más rápido, entonces. O bien esperar que falten las habituales chicas de su grupo.

Cuando goza la guitarra

Van varios meses que la toco. Y puedo afirmar que sólo eso, porque aún las armonías me salen pésimas. Yo que trato de ser paciente con las notas y los acordes, terminan por hacerme olvidar que nací para las artes.

Pero con paciencia y buen humor esto todo esto se revertirá a mi favor. Como una trova salvaje.

Castidad

Un hombre deja de ser casto la primera vez que se masturba. A diferencia de las mujeres que poseen virginidad. Ambos sexos en cuestión de amor van de la mano.

Pero el del hombre es independiente. Nos guste o no.