lunes, 17 de septiembre de 2012

Quizás Ella



 El corazón de una mujer, no es un misterio. Es un puñado de carne que a veces devoramos de a poco sin darnos cuenta; pero que se reconstruye bajo una mentalidad no siempre con tendencia a evolucionar. Ella espera el transporte y su corazón está en Río, termina por ir en un taxi y siente que las esperanzas se van de a pocos como sus monedas brillantes acuñadas apenas treinta horas atrás, y que fueron a parar a un banco de donde ella acaba de sacar un dinerito.

Entre tanto una madre deambula, en busca de consumidores para sus turrones, un niño a cuestas, un pasado que quiere olvidar. Lima se teje de sus personas, el país sonríe como su primera dama, mientras en el continente se respira represión y cuando el mundo ignora a sus caídos diariamente, sino fuera por alguien que siguió atento las noticias. El universo no siempre conspira por materias insignificantes. Don Tomás, la energía nuclear de la tierra apenas provocaría un cataclismo de existir una fusión; a la postre.

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