Contento y maravillado por el regalo de mi madre: Mis zapatillas Troop con lucesitas. Pero el deber me exigía ponerme zapatos : "Ok hermano" respondí al instructor de nuestro pequeño Clero.
De regreso a caso comprendí que a los ojos del Señor, las lucesitas son superiores a las formalidades. Aquella misa de Adviento celebrada por la noche fue la más larga de mi vida. Sentado y mirando a los fieles, comprendí que como Velero, es bueno proyectar más que luz.
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