Me volví un gran conocedor del oficio de artesano, aun cuando se trataba de llenar sobre un molde, yeso con agua. Pero qué importa era un oficio y con él podría lucrar tranquilamente con mis escasos 11 años. Sin embargo, los niños lucraban con el padrecito. Ellos le pedían un Niño Dios , una mamita Auxiliadora o un perfil de Jesús. Yo estaba callado, concentrado en mi trabajo.
Es verdad, tardaba mucho en secar mis obras. Pero era un gran conocedor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario