sábado, 11 de octubre de 2008

Dios no Sabe de Trajes



Recuerdo no haber llegado tarde a la misa de Gallo, mi segunda como pequeño clero. “Hermano, como qué estaré hoy” el hermano encargado mirándome tan sólo unos segundos, respondió. “Estarás de monaguillo”.

Eso pudo significar que mi anterior presentación como velero, no fue de su agrado. En fin, no supe a que se debió, a poco distinguí que habían mayores que yo en el elenco clerical. Sentado comprendí que el estilo y presentación era importante en un pequeño clero. Aquella segunda misan de gallo, me llevó a consultar a Dios que no importan los atuendo, tan sólo estar ahí.

No hay comentarios: