Todo niño disfruta de sus juguetes, de los paseos con sus carritos, dando vida a sus animalito y muñecos y cubiertos de plástico. Todo niño llega a ser para su juguete, un juguete madre, un juguete padre y hasta un juguete hermano, (Porque es la única manera de serlo, siendo juguete). Asume así un liderazgo, una paternidad; encargándose de cuidarles, limpiarles y conservarlos en el mejor estado posible.
El enemigo de todo niño y su juguete, es el tiempo y todo embate del suelo que pueda desfigurar el aspecto de aquel protegido.
Es así que una vez, presencié la incineración de uno de mis juguetes; un tractorcito. Nunca supe su origen, por la misma razón que no me daba la memoria (Tendría acaso 3 años). Recuerdo claramente que las llamas, mostraron al mas grande y hermoso tractorcito. Pero supe también que tenía que crecer, estando preparado para tener y proteger, otros juguetes.
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