Tatiana me lleva dos años. Cuando ella contaba con diez, yo andaba viendo telenovelas brasileras por la noche. Veía muchas, pero nunca me gustaron, será que no eran como los dibujitos animados, o será que por la noche no daban dibujitos animados.
Tatiana me llevaba a su cuarto. Es la hija de la amiga de mi mamá. Éramos como primitos por aquella época, claro que me llevaba como dos años.Precisamente la edad que tenía por aquel entonces su hermanito.La primera vez que subí a su cuarto , me animé a dirigirme al balcón, donde alguna terminaría por tirarme agua a baldazos, mientras profería mi discurso en contra de los carnavales. Tatiana también veía muchas novelas junto con su mamá.
Cierta vez me pidió que le hiciera el amor, yo sabía muy bien que era eso, porque veía muchas telenovelas por la noche. Me acuerdo que me despojé de mi bucito azul de gatito y ayude a mi compañera a quitarse el rosa que llevaba puesto. Cuando nuestros cuerpos se exhibieron parcialmente desnudos de la cintura para abajo, me eché sobre ella y me moví como un conejito hasta que dí con algo caliente.
Sólo puedo concluir que el orgasmo no discrimina edad, aun cuando no lo sentí con ella y viceversa; tampoco fue una razón como para repetir nuestra operación muchisimas veces más, incluso delante de su hermano, y como cierta noche y escondidos entre las frazadas, en delante de su mamá; que para varíar estaba frente al televisor mirando, junto a su hijo, una telenovela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario