miércoles, 30 de enero de 2008

Fantasías Animadas

Luego de cuarenta minutos de intenso amor, distinguí su mirada evasiva. Ella me ocultaba algo. "¿Qué te pasa?" "Me doy cuenta que no puedo seguir más contigo" "Vaya... ¿Tan malo soy contigo en la cama?" Ella sonrió y acercó su coxis al mío para que pudiera entrar un poquito más en ella.

Luego de llamar a Carla y sentir la contrariedad de sus palabras, distinguí a una bella Operadora de Celular (Ambulante). Anterior a esto, sentí que su mirada se dirigía cada vez más a mi. Luego de mostrar una expresión, propia de quien nunca termina de entender a las chicas , se animó a decir " Así somos a veces, usted comprenderá".

Un més después de aquel suceso, venía saliendo con ella, dándole sus gustos; no me cansaba de besarla una y otra vez incesantemente, de penetrarla con pasión sin importar el lugar , el tiempo ni la distancia; quizas como nunca lo había hecho con otra mujer.

Mis pensamientos decansaron y observé su vestir presuroso y aligerado. Su expresión continuaba, luego exclamaría " No te mereces a alguien como yo, eres demasiado bueno y no quiero hacerte daño". Se cogió el rostro y salió no sin dar un fuerte portazo.

Lo normal hubiera sido que saliera a los treinta minutos siguientes, como venía sucediendo desde hacía un mes atrás. Esta vez tuve que esperar por una intensa hora, la llegada de Margoth; el gran amor de mi vida.

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