De noche la oscuridad reina oscilante, de noche los sueños se tornan dormidos porque no hay calles ni instantes que se apiaden de nuestro cansancio; ni siquiera las señoras se dignan a acompañarnos por temor a que sus perros se depriman.
Y transcurrimos, rogando al Altísimo de que la marginalidad no se ponga a la ofensiva, porque en todo caso, si dinero quieren, que nos acompañen hasta el hotel y ahí recibirán su parte, porque da miedo da ir solo; entre tanto peligroso andar. De noche.
Móoca – São Paulo
25/02/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario