miércoles, 29 de febrero de 2012

El Sol que nos Une

De día la amistad no sonríe con una atención de primera. De día, las alienígenas de la tierra nos proponen un negocio demasiado cómodo y prometedor como vender autos. De día alguien aprende a pronunciar nuestro segundo nombre; porque ya lo tiene en su base de datos.

De día soy testigo de tu imparcialidad de morena alejada del mundo, de día los cielos nos escuchan para después más tarde escupirnos. Cada instante se envuelve con el recuerdo de tus dedos tocándome a la inocencia de mis manos, mientras todo transcurre entre las mismas monedas; y somos felices a kilómetros de distancia. De día.

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