miércoles, 29 de febrero de 2012

No me Hables de Amistad


“Y ni siquiera pienses que te devolveré la llamada” Estás lejos, precisas de ellas, porque te vendieron muy bien su país; y ahora que estás ahí te han de ayudar. Pero ocurre lo contrario.

No me hables de amistad porque tanto tú como yo vivimos sumidos en el mundo. Porque el Internet no asegura que las alianzas de amistad se refuercen. Se trata de una ayuda para hacer contactos y mantenerlos disponibles por si hay dudas o situaciones o requerimientos.

Las amistades deberían partir de miradas, o alguien nos mira, miramos a alguien o es un aspecto que nace de los dos; eso ayuda a crear expectativa cierta necesidad el uno del otro. Hasta que finalmente alguien toma el control de la situación y pronuncia un Hola o un Que tal, duradero.

En países como Brasil, donde la vida puede suscitarse o desenvolverse de distinta manera dependiendo del estado, conviene afianzar contactos a partir de una presentación en persona y de una conversación agradable, donde la otra persona tenga algo que contar. Basta un minuto para ganar una duración de muchos años, que muchos años de contacto virtual como para lograr un minuto de amistad verdadera. Complicado.

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