En las calles de Río de Janeiro, hay espacio para todos. Los niños forman parte de las carrozas, los gays y las chilindrinas entonan y corean vivos cantos de alegría; y ahora son parte del mundo y los flashes, felices ellos por ser centro del mundo.
Pero y ahora, ponerte a celebrar en sus calles, bebiendo cerveza y con el Funk (y) bien puesto desde el bar, pelearte con el encargado de las cervezas por unas putas sillas, siendo tú una chica; eso va más allá de lo común. Eso sí que representa toda una celebración.
Pero y ahora, ponerte a celebrar en sus calles, bebiendo cerveza y con el Funk (y) bien puesto desde el bar, pelearte con el encargado de las cervezas por unas putas sillas, siendo tú una chica; eso va más allá de lo común. Eso sí que representa toda una celebración.
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