Los viajes largos cansan, por lo general habría que aprovechar ese tiempo para continuar las lecturas o bien para descansar cómodamente. Por lo general nadie se mentaliza, durante estas idas y venidas, para hacer otras cosas. Pero ya en casa surgen esas cosas y es ahí donde la disciplina nos juega una mala pasada.
No puedo hablar de disciplina, mientras no haya energía, pasión y planificación de tiempo previamente, se necesita un rigor o esa contraparte visual que te recuerde todo constantemente (un horario impreso grande) hasta que la mente se adapte; automáticamente. Hasta que tu cuerpo te lo pida. A la postre.
No puedo hablar de disciplina, mientras no haya energía, pasión y planificación de tiempo previamente, se necesita un rigor o esa contraparte visual que te recuerde todo constantemente (un horario impreso grande) hasta que la mente se adapte; automáticamente. Hasta que tu cuerpo te lo pida. A la postre.
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