domingo, 27 de septiembre de 2009

Cuando nos Cuesta la Atención


Javier estaba raro conmigo, no me hablaba mucho y parecía distanciado. Yo no tengo paltas con nadie, mucho menos con los hombres. Así que decido pagarle con la misma medicina. Es ahí cuando mi mirada lo esquiva fríamente, cuando comienza por otros a saber de mí, cuando saludo a otros no tanto a él. Como si estuviera jodido o algo así.

Al poco tiempo regresa a mis saludos de la nada, me conversa, me busca la ayuda, le salvo con un notón, lo incluyo en los trabajos y todo vuelve a lo de antes; cuando solíamos ser los buenos compañeros de facultad. Aunque cuando andan al comienzo así, es una joda. Mi problema con ellos.

No hay comentarios: