Cuando pensamos que todo tiene una razón de ser, parecemos conformistas. Yo odio el conformismo y tratándose de escribir, con más razón.
Febrero es ponerse al día de los diciembres y de las prosas. El infinito hace de mí un creador, mañana, tarde y noche. Un mañana al levantarse que siempre será el mismo. Y la inspiración una sirena que sólo espera nuestras cartas. Absurdo oficio.
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