domingo, 15 de febrero de 2009

Desayuno

Confieso que mi mamá no es muy experta en desayunos que digamos, tratándose de salir a trabajar ella sí muy dispuesta sacrifica sus espacios oníricos de las seis de la mañana y comienza una simulación conyugal con mucha leche y pancitos tostados, hacia su modesto hijo.

Pero yo la quiero dormida y trato por cortarle ese afán tan comprensible por mis desayunos. Pero esa clásica manera de empezar el día, es y será inagotable para los que piensan en llegar temprano trabajar, en sentarse frente al ordenador; y quizás más tarde responder el "que tal" de un amigo sin acordarnos de ese primer elemento nutritivo del que damos sentido a la vida, muy temprano y de día.

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