domingo, 23 de diciembre de 2012

Nohelí Inconclusa




Con este título, no quiero suponer que la desolación de mi no encuentro con Nohelí tuvo repercusiones recientes para con mis mascotas. Por el momento tengo un gato llamado Salmón y sigo con el diario que ya está por terminarse.

Ocurre que cuando perdí a Simba, a raíz de su penosa caída del tragaluz, me di un tiempo con esto de las mascotas, dedicándome  más a las tareas contemplativas de televisión y juegos por el oratorio. Pero como decía un salsero muy popular en aquel entonces, el cariño es como una flor; así que pronto me vi involucrado en afectos con una nueva mascota, un gato rubio al que bauticé como Shathram; de quien me apropié cuando lo ví desorientado cerca a una acequia.

No hay comentarios: