viernes, 25 de mayo de 2012

Del Terno y la Corbata



Por cumplir, en la vida hacemos muchas cosas. Trabajamos, asistimos a misa, nos casamos, etc. Hasta que llegamos a conocer el deber de las cosas. Pero aún a costas de no conocer el poder elemental de servir. De sacrificar tu tiempo y tu integridad física por un ideal que va más allá de lo humano.

Pero quienes ostentan un cargo, quienes se visten con nuestros impuestos o quienes construyen fortunas sobre la base de nuestras permanencias y actividades virtuales, poco conocen del afán de servir, de guiar de la mano, de incentivar. La sociedad nos castiga con sus noches incansables, alguien dormirá en medio de sus fríos, alguien ignorará las heridas de sus miembros. Y todo va parecer de lo más normal.

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