miércoles, 18 de mayo de 2011

Luego de Quince Años

No hay ribera de piedra tan peculiar como esa de quince centímetros que origina un camino hacia la vegetación. Sólo esa longitud la que nos separa del río Santa Eulalia y sus caudales.

Pero a la hora de rememorar, a la hora de revivir y recordar; no importa el peligro. Desciendo una cuesta de arena marcada con piedras muy cerca al puente y luego el pequeño camino que se extiende por casi cuatro metros. Respiro hondo, miro al cielo y decido dar el primer paso; hacia la aventura.

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