Se moría por mis labios; y los tuvo. María en mi camino. María entre el espectro de Erika. Una muchacha que transcurre feliz hasta que distingue mi interés por su armonía e inocencia. Yo un lobo de mar resfriado, yo un angelito excomulgado. Y logro verla a los ojos, y logro revelarle mis sueños; sin soltar al perro.
Y la tuve aferrada a mi cariño, a mis manos y a mis labios. La tuve para mi sexualidad aunque sin consecuencias y la tuve para mi veneración aunque no pariera un dios. Era mía y yo le pertenecía en toda su pureza de vida en toda su incomprensión de cómo uno aprovecha el tiempo. Pero vaya fue algo lindo.
Y la tuve aferrada a mi cariño, a mis manos y a mis labios. La tuve para mi sexualidad aunque sin consecuencias y la tuve para mi veneración aunque no pariera un dios. Era mía y yo le pertenecía en toda su pureza de vida en toda su incomprensión de cómo uno aprovecha el tiempo. Pero vaya fue algo lindo.
2 comentarios:
Erika....esa erika soy yo...gracias disfrute yo tambien de tu hambre sexual....vivi con intensidad....junto a ti..aquellos moemntos!
Fantasías animadas...creo que por ahí tengo un capítulo.
Publicar un comentario