Las travesías ya no parecían apacibles como antes. La turbulencia y los malos tiempos impedían que los animalitos llegaran a sus paradisíacos destinos. Cierta vez el más perjudicado fue FricFric, el perezosito.
- Por favor Mickey, llévanos a buen recaudo-solicitaba nuestro amiguito FricFric.
- Estoy haciendo lo posible…cuidado FricFric- advirtió de pronto el capitán.
Un maretazo había llevado abajo uno de los pesados compartimientos del barco, cayendo sobre el rostro de FricFric. Entonces el pequeño gestor de las aventuras vio conveniente dar un tiempo prudencial para la recuperación del perezosito. Terminado este, y ya repuesto nuestro pequeño (aunque con el rostro quebrado), los hermanos acudieron a la escena del accidente y tras atender al “herido” reiniciaron sus actividades, comprobando que el accidente había puesto más bromista al hermanito FricFric.
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