De tantas visitas que he dado a escenarios de espectáculos, casas, oficinas, centros comerciales, etc; recuerdo con profundo cariño a aquellas donde encontré algun animalito como para compartir mi admiración y cariño.
La señora Greca, pareja sentimental del finado y querido Don Víctor, poseía en una de sus casas de surco, un gran añuje llamado Petit. La primera vez me causó tanta sorpresa ver a ese ser tan extraño y de pelo cuasi-endurecido. De seguro, consituyó uno de mis tantos pretextos para visitar a la señora Greca junto a mi mamá, aunque bien sabía que no esto no iba a ser eterno.
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