sábado, 12 de diciembre de 2009

Chau 2009


Cuando el viento cae con fuerza sobre nuestros rostros, cuando el recuerdo nos endurece el semblante. Surge una voz interior que nos anima a seguir, a pedirle a las lágrimas que se queden ahí y a los labios que se tornen juveniles.

La última mañana del año 2009, se ventila como una gacela. El mundo por fin olvidará este año de términos y sorpresas. Una nueva lengua aprendida, un camino de lluvias , el despertar del amor y yo, a la postre.

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