domingo, 29 de noviembre de 2009

Señoritas como tú


Me llegaron a gustar, pero sin saber lo que ellas eran para otros ojos.

En una de mis tantas visitas a los grupos de intermedios de la Legión de María, me tocó apoyar a mi primer Praesidium. Yo acepté gustosísimo. Estando en la reunión una impuntual muchachita termina robándome los ojos por varios instantes. Su nombre: Johana. Menudita y de mirada tierna poseía para aquellos instantes unas interesantes piernas.

Una persona como yo no puede ser mañosa. Aunque no parezca, esa fue una forma de amor que si bien, pudo ser correspondida, hubieron detalles más de mí (el qué dirán, robacunas, etc.) que me alejaba poco a poco de ella hasta el día que me llevó a su cuarto y me contó su deseo de mantenerse virgen. En fin yo, la quise y la voy a querer como ser que se aproximó a mi corazón.

No hay comentarios: