lunes, 16 de marzo de 2009

Tarde Para Olvidar

Los truenos parecen infinitos, el cielo se resquebraja lentamente y las primeras gotas de lluvia caen sobre mi casa, como alertándonos que nuestra querida abuela, la Mami Lupe, llegará para que le rindan exequias en su querido y eterno hogar.

Mi hermana llora inconsolable al distinguir la chompa roja de su querida y unica abuelita, en su dormitorio. Yo la consuelo con lágrimas a que sea fuerte y le digo que ella se fue segura y satisfecha a esa eternidad que todos conoceremos algún dia. A la llegada del féretro mi hermana lucía mas serena, de seguro sus pensamientos apuntaban a los recuerdos de días atrás, como las tardes de televisión o el último paseo a la playa al que no pudo ir. La noche se dobliega ante la ausencia de alumbrado público y el amor de Dios cubre nuestra casa con la presencia de los queridos amigos legionarios.De noche.

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