lunes, 16 de marzo de 2009

Meli la Eterna Nieta

Meli tiene un talento más que especial, su violín. Si bien la abuela me prohibía tocar mi flauta por las noches, para Meli era distinto; su violín era indispensable. En cierta ocasión mi abuela y su "deja de tocar a estas horas" conviertieron a mi primita en una risa con pelo azabache y dientes grandes.

Meli quiso complacer a mi abuela en el día de su cumpleaños. Esta vez el mayor de sus nietos y la menor de las nietas entonaban el cumpleaños feliz más feliz de todos los tiempos de la mami Lupe, con un sólo de violín y flauta dulce. Luego seguirían otros cantos que según el mayor de mis tíos, estaba yo (o mi flauta) desafinando la melodía proveniente del violín y las manos de su niña con pelo azabache y dientes grandes.

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