lunes, 16 de marzo de 2009

Primera Lectura, Amigos Todos

A mi abuela siempre le gustó oirme, cómo no la iba a complacer en los últimos instantes que pasaría junto a los suyos. Primero en la misa de cuerpo presente en nuestro querido hogar salesiano de Moyopampa, donde el amigo padre Wenceslao nos habló sobre el sufrimiento que todos tenemos en casa. Yo ya lo empezaba a conocer.

El misal se abrió ante mis ojos y la señal invisible de mi abuela me llevó al altar para dar inicio a la primera lectura. Ya en el cortejo fúnebre, antes de despedirnos de ella; decidí dedicarle unas últimas palabras, citando inicialmente a mis vecinos y Amigos Todos, le dije que amaba mucho a mis raices quechuas y le agradecía por la fe. Walluykim Mami Lupe. Tupananchiskama. Mi tía primitiva concluiría aquellas muestras de decisión con un eterno abrazo a mi cuerpo sumido en llantos, mi hermana colocaba su carta y de sus primos que no pudo leer mi abuela a su posible retorno a casa. La presencia de Liz y el paisaje de Cuspanca inmortalizarían el recuerdo de aquel día y mis palabras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aun recuerdo aquel día... yo lo immortalize en un dibujo...