lunes, 16 de marzo de 2009

Grecia en la Perla

Nunca la entendí.
Nunca la tuve entre mis besos.
Nunca la miré a los ojos con deseos de amar.
Nunca la increpé por su forma tan triste de hablar.

Nunca me sentí tan bien de conocer su casa y su humildad.
Nunca comprobé a una madre tan dichosa como la de ella al recibirme.
Nunca fui tan sincero con alguien en la forma de mostrarle todo mi cariño.
Nunca pensé en regresar a la Perla y sin embargo lo hice por ella y por Dios.

Pero definitivamente esas cinco últimas visitas, sí que serán las cinco últimas .

1 comentario:

Anónimo dijo...

¬¬ el segundo cuarteto no va con el primero