miércoles, 25 de junio de 2008

Una Mirada al Cielo Según Noelí

¿Por qué no vienes a jugar con nosotros?- Le pregunto sin dejar de mirar las gaseosas del estante.
-Es que tengo que quedarme a ayudar a mi mamá-Respondió vigilando atentamente el andar de su gatito.
-Bueno ya será para la la próxima-Concluyo esta vez mirando sus ojos.

Así eran nuestros diálogos, en su restaurante, rodeado de gatitos y de curiosidades. Fue por Noelí que inicié mi cariño hacia los pequeños felinos, obviando a Natacho, el gato de Tatiana quien me dejó un lineal recuerdo en la mano. Noelí era un cielo para mi niñez , una gestora de sosiego e inocencia para mis ocho años por aquel entonces. Mi amiga Noelí.

No hay comentarios: