“La caridad
empieza por casa” decía San Pablo, según supe de este autor, hasta el día de ayer.
Y es que resulta
tan obvio y necesario el meditar que por qué en casa, nos abstenemos de ayudar
o colaborar; porque nos acostumbramos a que nos sirvan y no tanto a aportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario