jueves, 17 de noviembre de 2011

Acompañando a los Grandes

Acompañaba a los grandes, a mis tíos y a sus amigos; los acompañaba a sus partidos de fulbito a sus juegos de carnavales (con mojadas incluidas). Andaba con ellos porque me gustaba su forma de amistad, su forma de entretenerse y porque algunos de ellos tenían carro.

También realizaba paseos con ellos. En el oratorio de Don Bosco por ejemplo, preparábamos excursiones. Cierta vez mi tío donó las cartulinas para la confección de gorritas. Eran esos paseos que te llevaban fuera de la casa y que te mostraban el verdadero sentido de convivir, y me gustaban porque siempre habían amigos grandes; en mis aventuras de ayer y hoy.

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