jueves, 1 de abril de 2010

Transpirar

De día transpiro, porque está mal dicho sudar. Bien que sudan los cerdos o el cuerpo técnico del equipo que nos impide pasar a cuartos en la libertadores.

De día, la energía se va precariamente en un abrazo a la almohada o en una eyaculación artesanal con reminiscencias a chica de caderas anchas.

De día, el inhóspito sol se nos va de encuentro. Como quejándose de Noruega.

De día transpiro al hacer el amor, y es mejor que hacerlo durante la noche, porque es el trabajo de las próximas horas; lo que me mantendrá erguido.

De día.

No hay comentarios: