Caminando por alguna fecha perdida en mi niñez junto con mi amigo Lucho, nos enteramos por ahí que el amigo o conocido de él cumplía años.
Al pasar por la casa, como quien no quería la cosa, fuimos sorprendidos por el padre del cumpleañero, quien nos invitó a su hogar rápidamente.Presa de la alegría su hijo nos recibía. Eramos cuatro los invitados.
El simple compartir la ocasión y los bocaditos propiciaron mi amistad con el homenajeado, de nombre José Luna.Mi amigo.
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