No me fije en su expresión, sino en su carita de ángel anglosajón. Con una mirada radiante esta jovencita actriz llegó a mi vida en cierta ocasión del año 2004. (En el estreno de Harry Potter). Su personaje, la típica chica aplicada de una escuela de aprendiz de magos.
Claro que no me interesó su personaje, quien en este mundo desea vivir haciendo magia para empezar; ella en sí era magia. Su cabello, su mirada su retórica actoral, su forma de mover los labios expresiva y teatral. Una suma de inocencia y sutileza.
Claro que no me interesó su personaje, quien en este mundo desea vivir haciendo magia para empezar; ella en sí era magia. Su cabello, su mirada su retórica actoral, su forma de mover los labios expresiva y teatral. Una suma de inocencia y sutileza.
Emma Watson es ahora imagen de una conocida marca de fragancias. Cierta vez me pareció haber conversado con ella por el mensajero, pero de seguro , en su buen inglés; pudo ser como ella mencionaba otra faker. En fin, toda una musa.
Una musa dorada.
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