Por eso me hurgo la nariz, a veces inconscientemente otras necesariamente. Sé que eso es terrible y mas aún ingerir sus contenidos climaco-receptivos, como recuerdo de mi amigo Campitos.
Es terrible aún cuando puede ser peor e inconsciente. Controlar ese afán de mis dedos es comprensible, aunque muchas veces no viene al caso de ser necesario para la higiene.
Chaclacayo
21/11/08
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