domingo, 14 de septiembre de 2008

Absurdo Oficio



Mi tío Walter me sorprende con su marca de Elefante, en su trabajo hecho a máquina para el IPP. El libro fuente era el de Petete. Me gustaba sus dibujitos, además la gorrita del gansito ese era tan tierna. Así lo sentía a mis siete años; pero algo me faltaba.

Mi tío llegaría con libros raros para mis ojos, mis pensamientos poco a poco buscaban la misteriosa máquina de escribir. Llegarían las presentaciones del colegio, los versos recitados “Lapicito lapicito tu me tienes que ayudar” Me ayudó con la iniciativa, cuando comencé a usar la máquina de escribir, preparé mis cuadernos para dibujos e historias. Comenzaría así aquel Absurdo Oicio.

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